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Plantas nativas como superalimentos: Redescubriendo la riqueza alimentaria de América Latina

En este artículo exploraremos la historia de las plantas nativas, sus propiedades nutracéuticas y adaptógenas, sus usos tradicionales y su impacto actual. Además, abordaremos aspectos regulatorios y consideraciones sobre su seguridad.

  • 22/01/2025 • 10:32
Imagen: banco de imágenes. Escrito por Eugenia Bonanno-Bromatóloga

En las tierras de América Latina, una extensa diversidad de plantas nativas ha sustentado a las civilizaciones durante siglos. Estas especies, muchas veces subestimadas, están emergiendo como protagonistas en el mercado global de los superalimentos. Ingredientes como la quinoa, el amaranto o el guaraná, no solo representan fuentes de nutrición excepcional, sino también conexiones con tradiciones ancestrales.

Plantas nativas de América Latina: Una riqueza alimentaria ancestral

América Latina ha sido cuna de cultivos que transformaron la alimentación mundial. Culturas como los incas, mayas y aztecas integraron estas plantas en su dieta diaria y sus rituales. Algunos ejemplos son:

Quinoa: Considerada el "grano de oro" de los Andes, la quinoa es rica en proteínas de alta calidad, fibra y aminoácidos esenciales. Fue un alimento básico para los incas, quienes la consideraban sagrada.

Amaranto: Este pseudocereal destaca por su contenido de antioxidantes, vitaminas y minerales. Su capacidad para crecer en suelos áridos lo convierte en un cultivo resiliente y valioso.

Guaraná: Originario de la Amazonía, este fruto energético ha sido utilizado por las comunidades indígenas como estimulante natural y para mejorar la concentración.

Maca: Conocida como el "ginseng peruano," la maca es famosa por sus propiedades adaptógenas y su capacidad para aumentar la energía y la fertilidad.

Camu Camu: Este fruto amazónico destaca por ser una de las fuentes más ricas en vitamina C, con beneficios antioxidantes y para el sistema inmunológico.

Acaí: Originario de las selvas amazónicas, el acaí es conocido por su alto contenido en antioxidantes, especialmente antocianinas, que apoyan la salud cardiovascular.

Maíz morado: Este cultivo andino contiene antocianinas y otros compuestos que favorecen la salud metabólica y la prevención de enfermedades crónicas.

Otros ejemplos incluyen el nopal, el yacón y la chía, que también están ganando popularidad en el mercado global.

Poder nutracéutico y adaptógeno de las plantas nativas

Las plantas nativas no solo destacan por su valor nutricional, sino también por sus propiedades terapéuticas y adaptógenas:

Consideradas superalimentos, su perfil nutricional superior incluye altos niveles de antioxidantes, vitaminas y minerales que ayudan a prevenir enfermedades crónicas como diabetes, hipertensión y obesidad.

Son conocidas también como adaptógenos, ya que estas plantas ayudan al organismo a adaptarse al estrés físico y mental. Por ejemplo, la maca peruana es conocida por equilibrar las hormonas y mejorar la vitalidad.

“La evidencia científica y diversos estudios, han demostrado que el consumo de quinoa puede mejorar el perfil lipídico, mientras que el guaraná tiene efectos positivos en la energía y la atención.”

Usos y costumbres tradicionales de las plantas nativas

Desde tiempos ancestrales, las comunidades latinoamericanas han aprovechado estas plantas de manera creativa y sostenible:

  • Quinoa: Utilizada en sopas, panes y como cereal, su versatilidad ha permitido su integración en la cocina moderna.

  • Amaranto: Consumido como harina, en dulces tradicionales o como cereal inflado.

  • Guaraná: Preparado como bebida energética o en polvos mezclados con agua.

  • Maca: Consumida como polvo en batidos, tés y postres energéticos.

  • Camu Camu: Generalmente utilizado en jugos y suplementos debido a su sabor ácido y concentrado.

  • Acaí: Servido en bowls, smoothies y postres saludables.

  • Maíz morado: Empleado en bebidas tradicionales como la chicha morada y en postres.

Las recetas tradicionales no solo destacan por su sabor, sino también por ser una fuente de conocimiento cultural. Actualmente, chefs y productores innovan integrando estos ingredientes en productos gourmet y la industria alimentaria, los incorpora para crear suplementos o alimentos funcionales. 

Reglamentación de su uso en el mercado global

Con el auge de los superalimentos, surge la necesidad de una regulación adecuada para garantizar su calidad y procedencia. 

Las normativas internacionales en mercados como la Unión Europea y Estados Unidos, exigen un etiquetado claro y pruebas de seguridad para nuevos ingredientes.

Las certificaciones y sellos como "orgánico" o "comercio justo" aumentan la confianza del consumidor y garantizan la sostenibilidad.

En el caso de Argentina, debido a la falta de uso y conocimiento, algunos de estos alimentos tradicionales no se encuentran en el CAA impidiendo su uso de manera legal, dando lugar a alimentos falsificados. Sin embargo se está trabajando para que ingresen a la legislación argentina, como en el caso de la Maca, que fue agregada con la última normativa que también tuvo en cuenta el rotulado frontal de alimentos.  

Efectos secundarios y posibles interacciones con medicamentos

Aunque los superalimentos tienen numerosos beneficios, también es importante considerar posibles riesgos:

Pueden causar reacciones alérgicas en personas sensibles en el caso de la quinoa o el amaranto. El guaraná tiene un alto contenido de cafeína que puede generar insomnio, nerviosismo o interacciones con medicamentos para la hipertensión, la maca unque generalmente es segura, debe usarse con precaución en personas con problemas tiroideos debido a su posible interacción con la medicación.

Se recomienda consultar a un profesional de la salud antes de incorporar estos alimentos en la dieta, especialmente si se está bajo tratamiento médico.

Conclusión

Las plantas nativas de América Latina no solo son prueba de la riqueza cultural y biológica de la región, sino también una fuente invaluable de salud y bienestar. Su creciente popularidad en el mercado global refleja una renovada apreciación por lo ancestral y natural. Sin embargo, para garantizar su sostenibilidad y ética en su comercialización, es esencial contar con una correcta legislación y fomentar prácticas responsables. Al incluir estos superalimentos en nuestra dieta, no solo mejoramos nuestra salud, sino también contribuimos al reconocimiento y preservación de una herencia milenaria.